En los salones del periodismo de corazón y realeza, la voz de Pilar Eyre resuena con fuerza. Crónica after crónica, la escritora y periodista ofrece un retrato crítico, dramático y punzante de los conflictos internos de la Casa Real española. Su visión, siempre controvertida, suele poner el foco en la figura de la Reina Letizia —una mujer que lucha por mantenerse en pie ante embestidas familiares y desafíos institucionales. En esta ocasión, Eyre sugiere que Letizia ha sido “destrozada” no solo por su propio esposo, el Rey Felipe VI, sino también por sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.

El distanciamiento de las hijas: “dominadas por Felipe”

Uno de los episodios más comentados por Eyre se refiere a una tensa escena durante la entrega de los Premios Princesa de Asturias. En un vídeo compartido por la periodista, se aprecia cómo la Princesa Leonor evita acercarse a su abuela, la Reina Sofía, y se desplaza hacia su madre, apartando a su abuela de la conversación. Fue Felipe quien intervino para incluir a Sofía. El medio portugués SAPO calificó esa acción como un “momento de inmensa indiferencia” y se preguntó: “¿Otra vez? La princesa Leonor vuelve a ser grosera con la Reina Sofía”

Eyre recalca que tantas escenas dolorosas para Sofía son posibles porque las hermanas están más unidas a su abuela materna, Paloma Rocasolano, que a la paterna

El desprecio tácito de Letizia hacia su suegra

Otro momento clave que Pilar Eyre subraya es el paseo de Letizia con sus hijas y la Reina Sofía por Palma de Mallorca. El calor era extremo, la Emérita mostró signos de malestar, pero Letizia avanzó, entró en una tienda y no esperó a su suegra. Eyre considera que eso fue cruel. “Ella es una anciana”, lamenta. Y añade: “Si hay una señora mayor en el grupo, se la tiene que dejar pasar primero […]. Sofía se queda sola, en la calle, desarbolada”

Un pasado de fricciones: el incidente de la catedral de Palma

La relación tensa entre la Reina Letizia y la Reina Sofía no es un fenómeno nuevo. Eyre recuerda con claridad el episodio ocurrido en 2018 en la Catedral de Palma: Letizia impidió que sus hijas se fotografiaran con la abuela, generando memes y críticas inmediatas. Según Eyre, aquel gesto provocó un arrebato de Juan Carlos I, quien llegó a exigirle a Felipe: “¡Divórciate de una vez!”

¿Letizia hundida por dentro?

Eyre se adentra también en la psicología de la Reina: una mujer fuerte, sí, pero que ha sido objeto de una campaña implacable desde el primer momento de su entrada en la Corona. Rumores, críticas sobre su apariencia, cuestionamientos sobre su vida íntima… Eyre afirma que Letizia estuvo tentada de “tirar la toalla varias veces”

Doble papel de sacrifio: la Reina y la madre

La escritora destaca un brindis durante la celebración del décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI, cuando Leonor y Sofía alzaron la copa diciendo: “Mamá, papá, perdón por colarnos, pero nosotras también tenemos algo que decir”. Eyre interpreta ese momento como una reivindicación del rol predominante de Letizia en la educación y el sostén emocional de la familia, incluso por encima de su propia vida personal

Déjate de fingir, reina nerviosa y sobreactuada”

Eyre no solo apunta contra la figura de Sofía. También critica la imagen pública de Letizia: considera que sus gestos no son naturales, que hay un exceso de teatralidad. En la Confirmación de Sofía, asegura, la Casa Real intentó escenificar cierta armonía que se percibía forzada. “No es cariñosa ni muy de tocar. Sus propias hijas dicen que ni siquiera las besa en público”

¿La ruptura es total?

Según Eyre, la relación de Felipe y Letizia está profundamente alterada. Sitios como El Mon recogen sus declaraciones más contundentes: “Creo que este matrimonio ya no existe como tal. No hacen ni siquiera el esfuerzo de fingir que tienen buena relación…“. Incluso observa estrategias de distanciamiento simbólico en actos públicos o familiares.

La Reina que rompió con la familia política

Aquí, Eyre otorga un giro estratégico a Letizia. Se dice que ha decidido apartarse formalmente de la familia de Felipe (Juan Carlos, Cristina, Elena), incluso pactando con Felipe que estos no aparezcan junto a ella o sus hijas. Para Eyre, es una jugada valiente: la reina deja claro que no avala comportamientos que considera corruptos o impropios

Conclusión

El retrato que Pilar Eyre pinta de Letizia es intenso y conmovedor. Una mujer desgastada por las hostilidades de su entorno real más próximo: su suegra, sus hijas, incluso su esposo. Una reina que lucha por mantener dignidad, por reivindicar su rol en la Corona, pero que también carga con heridas profundas.

¿Ha sido realmente “destrozada”? Esa palabra puede parecer exagerada, pero desde la perspectiva de Eyre, los desaires constantes —el desprecio tácito de Leonor, las ausencias barridas por Felipe, los desplantes públicos— configuran una herida emocional real. Una herida que se suma a una trayectoria marcada desde sus inicios por críticas despiadadas, desconfianza institucional y un escrutinio mediático implacable.

Reflexión final

Sea cual sea el grado de certeza de estas afirmaciones, lo que nos deja Eyre es una imagen humanizada de la monarquía: detrás de las ceremonias, los vestidos y las transmisiones oficiales, hay dinámicas familiares tensas y frágiles. Letizia emerge como una figura resiliente, pero claramente afectada. Y esa vulnerabilidad, vista a través del lente de Pilar Eyre, nos ofrece una mirada distinta —y más empática— a la realidad cotidiana de una reina sometida al peso del protocolo, la familia y la historia.

El artículo está inspirado en varias publicaciones de Pilar Eyre en medios como Trendencias, Lecturas, Antena 3, El Nacional, El Mon, entre otros